El Lenguaje Corporal de los Brazos
Escondernos es una respuesta natural de los humanos cuando percibimos algún peligro. Esta actitud se aprende desde niño, cuando nos protegemos detrás de los objetos o de la falda de nuestra madre. En la edad adulta este gesto se hace más sofisticado y el lenguaje corporal de los brazos entra en acción creando barreras con ellos.
Aprende a interpretar estos gestos defensivos.
¿Qué significa en lenguaje no verbal cruzar los brazos?
¿Qué comunican los brazos cerrados? Este instinto de protección innato se muestra en edad adulta cruzando los brazos firmemente sobre el pecho. Pretendemos proteger los órganos vitales cuando sentimos alguna amenaza. Sin embargo, existen matices, no siempre es un gesto defensivo, si la actitud general es de relajación, este gesto es simplemente una posición que resulta confortable. No obstante, no olvides que nuestro comportamiento gestual es también interpretado, y esa posición confortable puede percibirse como defensiva.
¿Qué rol juegan los brazos en la comunicación no verbal? Se pueden determinar diversos tipos de comunicación gestual al cruzarse de brazos, vamos con los más comunes.
Cruce de brazos estándar
Cuando estamos manteniendo una conversación cara a cara o dando una conferencia antes una audiencia, debemos estar muy atentos al cambio de posición de llevar los brazos desde una posición estirada hasta el cruzarlos. Significa una actitud de rechazo y se ponen a la defensiva.
Nuestra misión será hacer todo lo posible para revertir este rechazo y conseguir deshacer esta postura defensiva. Para ello, una opción posible es la de ofrecer, si fuera posible, un objeto que sostener, como pudiera ser un bolígrafo, una pantalla con datos, un informe en papel…
Otra manera efectiva sería preguntar si tiene alguna duda, porque su rechazo se debe a ello, y una vez las averigüemos, desarmarla.
Lenguaje corporal del cruce de brazos forzado
Es una evolución de la anterior hacia una actitud más hostil, donde el interlocutor muestra con su comunicación no verbal su enfado. Las manos están cerradas en puños y la expresión facial demuestra hostilidad.
No solo nuestro interlocutor tiene una actitud de rechazo hacia nuestras palabras, sino que está molesto con nosotros.
Manos agarrando el brazo contrario
Si bien en el cruce de brazos normal del que hablábamos antes, no se ven las manos. En esta ocasión las vemos agarrando fuertemente el bíceps contrario, como si quisieran decir que están muy anclados en su postura de rechazo.
Esta es una actitud de fuerte rechazo y no es inusual verla en situaciones que resultan muy desagradables, como podría ser una espera prolongada antes de entrar a la consulta del dentista…
La jerarquía en el cruce de brazos
Todos estos gestos del lenguaje corporal de brazos cruzados deben interpretarse con un matiz importante, el de la relación ente interlocutores desde un punto de vista jerárquico. Por ejemplo, en una relación laboral, cruzar los brazos puede indicar una señal defensiva debido al nerviosismo de estar frente a un superior con el que no tenemos mucho trato.
Cuanto más tenso sea el cruce de brazos mayor será la intención de defendernos, siendo lo contrario, un cruce de brazos con los pulgares hacia arriba, una señal de cierta posición defensiva dentro de un entorno en el que estamos confortables.
El lenguaje corporal de los brazos cruzados parcialmente
En ocasiones nos parece demasiado agresiva la postura del cruce de brazos por completo, pero como sentimos cierta incomodidad adoptamos esta postura defensiva de una manera más disimulada.
En esta postura uno de los brazos está estirado y el otro pasa por delante del cuerpo hasta agarrar con su mano el que está vertical.
¿No te suena haber visto esta postura en un grupo al que llega alguien nuevo? Imagina tu grupo de amigos o unos colegas de trabajo. Llega un nuevo miembro al grupo y mientras la persona que lo ha llevado está presentándolo hablando de sus “características”. Esta persona, si se encuentra algo abrumada por la situación puede mostrar este lenguaje corporal con sus brazos.
Lo mismo ocurre cuando presentan a una persona que va a ofrecer un discurso o se relatan los méritos de alguien a quién se va a entregar un premio. En la espera, si siente cierta incomodidad, la demuestra con los brazos cruzados.
Disimulando el lenguaje no verbal de los brazos
En determinadas profesiones como vendedor, político, expertos en el algún tema… es muy importante disimilar estos gestos de nerviosismo o falta de confianza en nosotros mismos. Son personas con mucha exposición y necesitan generar confianza.
Estos gestos disimulados los encontramos en posturas momentáneas de cruce de brazos o casi, como por ejemplo el típico gesto de cruzar ambos brazos por delante del cuerpo sin llegar a doblarlos del todo. También cuando con una mano tocamos el reloj o una pulsera en el brazo opuesto, nos ajustamos el puño de la camisa, juntamos las manos…
Un buen sitio para apreciar estos gestos es en las situaciones en las que una persona atraviesa un espacio sintiéndose observado, como cuando recorre un pasillo para subir a un atril.
Otra manera de disimular estas barreras que generamos por nerviosismo es sujetando objetos con ambas manos, por ejemplo, una mujer con su bolso, sosteniendo un libro o la manera de sujetar una copa de champán.
Piensa en la imagen que percibes de una persona sujetando una copa de vino. Si lo hace con las 2 manos ¿no te parece que denota nerviosismo? Si no te lo parece ahora imagínatela sujetándola solo con una mientras la otra permanece dentro del bolsillo o gesticulando.
¿Qué significa tener los brazos hacia arriba?
Hemos visto con anterioridad que la comunicación no verbal de los brazos cruzados es una señal de protección o de establecer una barrera, fruto del nerviosismo o directamente del miedo.
Levantar los brazos es una manera de romper esta barrera, pero no siempre significa lo mismo, renunciar a esta posición defensiva de los brazos puede deberse diferentes razones.
Por un lado, puede representar una señal de rendición. No ofrecemos resistencia y nos entregamos al “enemigo” en señal de paz. Si te das cuenta este gesto de levantar los brazos se acompaña de las palmas de las manos abiertas, lo que es una muestra de amistad, no escondemos nada.
Brazos levantados en señal de victoria
Sin embargo, también tenemos la opción completamente contraria, brazos en alto representando la señal de la victoria. Aquí también eliminamos toda barrera, pero por el motivo contrario, somos los mejores, no tenemos necesidad de protegernos de nadie.
Pero, ¿es un gesto innato o aprendido? Siempre queda la duda en lenguaje corporal de si los gestos son inherentes al comportamiento humano o se han popularizado por repetición.
Según un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de la Columbia Británica y de San Francisco, en el que se observaron los gestos de atletas ciegos durante los juegos paralímpicos, comprobaron que los gestos de orgullo y vergüenza eran comunes en deportistas de más de 30 países diferentes.
¿Y aun siendo invidentes no se les podría haber enseñado desde niños? Dada la diversidad de países y culturas en las que se observa el mismo gesto lo hace difícil. Pero lo que nos hace descartar toda duda es que se ha observado este mismo comportamiento en primates. Levantar los brazos o “hacerse” grande es una expresión de poderío y dominación.
Lenguaje corporal, significado de rascarse los brazos
No siempre que una persona se rasca lo hace por una necesidad física. De hecho, la mayoría de las veces que se hace delante de otros ese picor corresponde a parte del lenguaje no verbal que no controlamos y surge de manera espontánea.
El picor físico, es más intenso y sí que podemos reprimirlo. No resulta de buena educación rascarse como si se tuvieran piojos por lo que este gesto lo reprimimos hasta estar a solas y poder rascarnos a gusto.
Por tanto, cuando pretendemos disimular algún comportamiento o pensamiento contrario a lo que comunicamos verbalmente, es cuando aparecen estos micro picores que no corresponden a situaciones físicas. También representan la expresión no escrita de incomodidad.
En el caso del lenguaje gestual con los brazos, rascárselos tiene connotaciones diferentes según se haga por el interior o exterior del brazo.
Rascarse ligeramente el brazo por la parte interior indica un comportamiento de seducción o atracción sexual que se reprime. Es lo mismo que significa hacerlo en el llamado arco de Cupido, que es la zona entre la nariz y el labio superior.
Por contrario, rascarse la parte externa del brazo es un gesto de irritación que se produce en situaciones incómodas de las que queremos huir.
Comunicación gestual de los brazos en jarras
Mantener los brazos doblados con las manos o puños apoyados sobre las caderas es un gesto que debe ser interpretado en su contexto porque puede significar cosas muy distintas.
Si va acompañado de la cabeza alta y el pecho hinchado es una actitud de desafío con la que pretendemos crecer y parecer mucho más poderosos frente al resto, lo que puede interpretarse como una actitud agresiva. Esto es un comportamiento muy extendido en el reino animal, piensa en el oso que se yergue sobre sus patas traseras, o el pavo real que extiende su plumaje.
Ahora piensa en lo que te transmite la imagen de un super héroe con su capa ondeando al viento, las piernas ligeramente abiertas, su cabeza hacia arriba y los brazos en jarras. Da una imagen de poderío ¿verdad?
Hay expertos que sostienen que esta intención de parecer más imponente es una manera de disimular inseguridad o enfado, interpretándola como una actitud agresiva.
Pero pensemos ahora en la situación contraria, cabeza gacha, hombros hacia adelante y también brazos en jarra. ¿A que transmite un mensaje muy diferente? Este es un signo inequívoco de decepción o derrota.
¿Qué significa una persona con los brazos abiertos?
No existe barrera, la persona con la que interactúas no está en una actitud defensiva por lo que no manifiesta rechazo hacia lo que le estás diciendo.
Sin embargo, tienes que estar atento si cambia esa posición. Si observas una actitud receptiva de brazos abiertos a lo largo de una conversación, pero de repente eso cambia, tienes que rectificar la última idea expuesta porque no es aceptada.
En una entrevista de trabajo debes estar muy atento a lo que provoca el rechazo, ¿se ha cruzado de brazos tu entrevistador al sugerir teletrabajo, o al hablar de tu salario esperado? En estos casos, si quieres que tu propuesta sea aceptada, debes que reforzar tus argumentos para derribar todas esas barreras.
Ya ves lo mucho que comunican los brazos, utilízalos adecuadamente.
Redactor experto en temas de inteligencia emocional y comunicación no verbal. Sus más de 2 décadas de experiencia como reclutador o candidato ayudan para interpretar la influencia de lo anterior en un entorno laboral.