El Lenguaje Corporal de las Manos
Con seguridad, después de la cara, las manos son el elemento más importante de nuestra comunicación no verbal, de hecho, casi diríamos que no podríamos comunicarnos si ellas. Conoce el lenguaje corporal de las manos y ganarás muchos enteros en tu comunicación.
- Lenguaje corporal de las manos entrelazadas
- ¿Qué significan las manos en ojiva?
- ¿Qué significa la postura de brazos atrás?
- La comunicación gestual de los pulgares
- Lenguaje corporal de las manos y la cara
- Lenguaje corporal de las manos rascándose el cuello
- Gestos de evaluación o interés
- Lenguaje corporal de las manos al tomar decisiones
- Otros gestos del proceso de toma de decisiones
- Manos a la cabeza
- Interpretando correctamente el lenguaje corporal con las manos
Lenguaje corporal de las manos entrelazadas
La posición de manos con los dedos entrelazados puede tener varios significados como comunicación no verbal.
Si se acompaña de una sonrisa o una expresión facial relajada es una muestra de confianza en la persona o grupo con el que se está interactuando. Por el contrario, si se aprietan demasiado los dedos entre las manos, significa todo lo contrario, agresividad o frustración por la situación que se está describiendo.
¿Qué significan las manos en ojiva?
Nos referimos al gesto de apoyar las yemas de los dedos de ambas manos entre sí, formando una especie de cuña o triángulo.
El lenguaje corporal de las personas que hacen este gesto indica que se sienten muy seguros de sí mismos e incluso superiores a los que les rodean. Lo veremos con frecuencia entre directivos de empresas o altos cargos políticos.
Existen un par de variantes dependiendo de la posición de las manos:
- Cuando se tienen en posición elevada, bien sea apoyadas sobre una mesa o no, supone que la persona está explicando sus argumentos o llevando la “voz cantante” de la conversación
- Si están bajas, esta persona está más tiempo escuchando que hablando
En el caso de una negociación, el resultado de la misma dependerá de otros gestos que acompañen a esta. Como las manos en cuña significan seguridad, esta puede ser para aceptar el acuerdo si los gestos que acompañan son positivos o de apertura o que la negociación terminará sin consenso, cuando los gestos sean de rechazo. Por ejemplo, ofrecer la mano para dar un apretón (aquí acaba la conversación) o cruzar los brazos (señal corporal defensiva).
¿Qué significa la postura de brazos atrás?
Agarrarse las manos por detrás de la espalda es una señal corporal de autoridad. Así podemos verlo en el profesor que se mueve lentamente mientras vigila un examen o el policía que patrulla las calles.
Con este gesto dejamos descubiertos órganos vitales como el corazón o el estómago por lo que se produce en estas situaciones de serenidad y “poderío” donde no tememos ninguna agresión y no necesitamos adquirir una postura defensiva.
Pero este mismo comportamiento gestual puede tener un significado muy diferente si se acompaña de otros. Con la cabeza gacha y moviéndose de manera acelerada es signo de estar estresado. Es un gesto que podemos observar en personas que esperan a que salga la nota de un examen.
En cierta manera es una postura de auto control, nos sujetamos un brazo con una intención de autocontrolarnos. Cuanto más arriba agarre una mano al brazo contrario, más estrés implica en cuanto que es una posición más forzada.
La comunicación gestual de los pulgares
Por lo general los pulgares se utilizan para demostrar dominio y superioridad y son gestos secundarios que apoyan otras expresiones no verbales del lenguaje gestual. Así, por ejemplo, la señal de “positivo” hecha con el pulgar es un refuerzo de la expresión sonriente de la cara.
El pulgar hacia arriba junto con una cara de desagrado o una voz tímida, dan lugar a mensajes contradictorios. Imagina el caso de una persona que pide nuestra aprobación acerca de cómo le sienta una prenda de vestir y nuestra respuesta no verbal es el pulgar hacia arriba mientras nos encogemos de hombros. No pareceremos muy creíbles, ¿verdad?
Esta sensación de superioridad puede a veces disimularse metiendo las manos en los bolsillos, pero dejando el pulgar extendido fuera de ellos. Lo podemos ver tanto con los delanteros como los traseros del pantalón. Ya ves que también con las manos en los bolsillos existe comunicación no verbal.
Si no quisiéramos ocultar esa autoridad, una postura frecuente sería agarrar la solapa de nuestra chaqueta y acompañarlo de un gesto principal como el de estar muy erguido y con la barbilla elevada.
Otro uso común es para expresar desprecio. Resulta común señalar a alguien que no nos cae bien mientras damos la espalada y señalamos con el pulgar. Es la manera de hablar “mal” de alguien a una tercera persona intentando que no se note que lo señalamos.
Un gesto defensivo consiste en cruzar los brazos con los pulgares hacia arriba (como si metiéramos las palmas de las manos bajo los sobacos opuestos). A la actitud defensiva de cruzar los brazos se une la superioridad mostrada con los pulgares.
Lenguaje corporal de las manos y la cara
Los gestos que involucran las manos en la cara son los más importantes en lenguaje corporal refiriéndonos al engaño. Los niños lo hacen de una manera inocente mientras que en adultos se va disimulando y haciendo más sofisticado. En todo caso, es importante interpretarlos en conjunto con otros gestos.
Existen diferentes interpretaciones según el resto de la comunicación, tanto verbal como no verbal, pero como regla general, podemos decir que incluyen un mensaje negativo; mentira, engaño, decepción, incomodidad…
Manos tapándose la boca
Es el típico gesto que hacen los niños con descaro y que se mantiene en la edad adulta un tanto más disimulado. Es una manera inconsciente de intentar impedir que salgan de nuestra boca palabras que no son verdad. Lo podemos hacer con el puño, con todos los dedos de la mano abierta o con unos pocos.
Un dato curioso, a veces nos damos cuenta del gesto y tratamos de disimular con una falsa tos, a fin de cuentas, es de persona educada toser sin expulsar sus bacterias sobre su interlocutor.
Este gesto es “reversible” si lo hace la persona que habla, seguramente es que está contando una mentira. Si se hace mientras se escucha, significa que lo que se oye lo interpreta como una mentira. Este es un gesto terrible de ver por un conferenciante en parte de su audiencia.
Tocarse la nariz
Es una evolución del anterior hacia una manera más ligera o disimulada. Seguro que has oído eso de que te crece la nariz cuando mientes. Pues bien, no es que sea literal, pero casi.
Según estudios de la Universidad de Illinois, cuando una persona miente, la punta de la nariz aumenta su temperatura y se hincha, es lo que se denomina “efecto Pinocho”. Esto se produce por la afluencia de sangre a los múltiples vasos sanguíneos que tenemos en nuestro apéndice nasal.
Esta hinchazón genera un picor que nos induce a rascarnos. Como curiosidad, decirte que estos mismos expertos analizaron las grabaciones del interrogatorio de Bill Clinton acerca de caso Lewinsky. Su conclusión fue que se tocaba la nariz con demasiada frecuencia sin estar resfriado, lo que consideraron más creíble que las propias respuestas orales.
Rascarse la oreja
En cierta manera quiere dar a entender que no nos interesan las palabras de la persona con la que estamos hablando. Los niños lo hacen de una manera más exagerada cuando se tapan ambas orejas por completo para no escuchar lo que les ordena su hermano.
En la edad adulta se disimula con un ligero rascado de la oreja que puede ser sujetándose el lóbulo o haciéndolo por detrás de la oreja.
Rascarse el ojo
Es una manera disimulada de evitar la mirada de tu interlocutor mientras le cuentas una mentira. Ya sabes que evitar la mirada es un signo claro de que no se está diciendo la verdad. Cuanto mayor sea la mentira más enérgicos serán los gestos con las manos, que pueden reforzarse mirando hacia el suelo.
Lenguaje corporal de las manos rascándose el cuello
Ligeramente por debajo del pabellón auditivo o en medio del cuello, en ambos casos indica que no se está seguro de lo que se está escuchando o diciendo.
Otro gesto muy característico con el cuello es estirarlo, incluso ahuecando el cuello de la camisa si está un poco prieta. Este gesto corporal es el típico que se hace cuando hemos mentido y nos han pillado o pensamos que no somos creíbles. Si a esto le añadimos una ligera sudoración y tragar saliva, el mensaje no verbal es aún más convincente.
También es usado cuando una persona se siente incómoda por la situación, bien porque no está entendiendo la propuesta o no lo ve claro y necesita airear un poco la zona del cuello.
Mordisquearse los dedos
De niños, chuparnos el dedo es un gesto que nos aporta seguridad y tranquilidad. En adultos, este gesto de llevarse todos los dedos de la mano a los labios es un resto de aquello seguridad que recordamos.
Según vamos creciendo sustituimos ese dedo, por otros objetos como un bolígrafo.
Este tipo de gestos con las manos del lenguaje corporal manifiestan una necesidad de volver a la serenidad y de reflexionar y confirmar lo que estamos diciendo o pensando.
Lenguaje no verbal de las manos a la barbilla
Estos gestos de comunicación no verbal con las manos hacia otras partes de la cara como es la barbilla es un gesto que todo conferenciante debe dominar para interpretar el interés de su audiencia.
¿Quién de nosotros no ha sujetado su cabeza con las manos cuando está aburrido? Este es un gesto que no da lugar a la interpretación, apoyar las palmas de las manos bajo la barbilla para sujetar toda la cabeza es una señal clara de que nos estamos aburriendo.
Este gesto presenta varias posibilidades, todas ellas indicativas de que estamos deseando que acabe aquello. Por ejemplo, si estamos en una silla con reposa codos, apoyamos el mismo y sujetamos la cabeza. Si no existiera, brazos cruzados, pero una de las palmas sostiene la barbilla. Este gesto también ocurre cuando estamos de pie.
Otra posibilidad sería cruzar las piernas y apoya el coco de uno de los brazos sobre la pierna. Por último, poner el codo sobre una mesa y usarlo como reclinatorio de la cabeza.
Normalmente se acompaña con una expresión facial “anodina” y en grado extremo con cara de sueño.
Todos estos gestos están completamente prohibidos en tu próxima entrevista de trabajo. Por muy aburrido que sea lo que te estén contando, controla estos gestos porque estarás demostrando poco interés en lo que te explica tu interlocutor y eso es garantía de que no conseguirás el puesto.
Gestos de evaluación o interés
Una expresión de lenguaje corporal de las manos similar al anterior, pero con significado muy distinto, consiste en apoyar la mano en las mejillas.
Una diferencia importante es que en este caso la mano se apoya sobre la cara que se sostiene sola, no es como en el gesto anterior en que sujetábamos la cabeza, para que no se caiga de aburrimiento.
Dado que esta vez no tenemos que sujetar, es frecuente que tengamos el puño cerrado y con el dedo índice apuntando hacia arriba, apoya sobre la sien. A veces solo de doblan meñique y anular.
¿Y qué significa esto? Pues esta señal de lenguaje corporal de las manos es señal de aprobación sobre lo que se está escuchando. Este el típico gesto que todo jefe espera ver entre sus colaboradores o el que debes hacer frente a tu entrevistador.
Mucho cuidado con este gesto, puede derivar en el anterior y perder todo su carácter positivo.
Quizás estos gestos de la mano sobre la cara sean de lo que más variantes tengan y más sutilezas impliquen. Cuando se realiza un gesto intermedio entre ambos y tenemos el dedo pulgar bajo la barbilla y en índice sobre la cara, estamos expresando reflexión acerca de lo que escuchamos. Como si no nos lo creyéramos del todo y necesitáramos pensarlo. La persona que habla debería interpretarlo como un gesto de desaprobación.
En estos casos, un interlocutor que detecte este gesto, debería reaccionar reforzando su discurso para convencer a su oponente. En caso contrario dejaría una interpretación negativa sin resolver.
Cuando estés frente a tu entrevistador y veas este gesto, explica de otra manera o con argumentos más convincentes para despejar toda duda.
Si no existiera este dedo estirado sobre la mejilla, el lenguaje no verbal de las manos indica interés.
Ya ves la cantidad de sutilezas que hay aquí.
Lenguaje corporal de las manos al tomar decisiones
Si al finalizar tu exposición es necesaria la aprobación de los presentes, bien para aceptar tu propuesta o para cerrar una venta, existe un gesto inequívoco de que están evaluando su respuesta. Este comportamiento corporal es el toqueteo de la barbilla.
Esta puede ser negativa o positiva, por ello es muy interesante que interpretes los gestos de rechazo para que antes de que verbalice su respuesta interrumpas su reflexión aportando nuevos argumentos en tu favor.
Si después de gesto de golpecitos sobre la barbilla o atusarse la perilla aparece un gesto de rechazo como cruce de brazos y/o piernas, no dejes pronunciar esa negativa sin argumentar todas las ventajas de tu acuerdo de nuevo. Quizás modifiques su respuesta.
Si tienes dudas del sentido de su decisión puedes argumentar igualmente para reafirmar su aprobación. Estos gestos afirmativos serían los de abrir los brazos, iniciar un apretón de manos, una sonrisa, la intención de levantarse de la silla (siempre y cuando hayamos tenido un feedback positivo durante la presentación).
Otros gestos del proceso de toma de decisiones
Una variante al comportamiento no verbal anterior con las manos golpeando la barbilla es la de llevarse a la boca o golpearla ligeramente con algún objeto, como puede ser un bolígrafo o las patillas de las gafas.
Es una señal evidente de que nuestro interlocutor no quiere darnos de inmediato la respuesta que estamos pidiendo para cerrar el trato y se toma algo más de tiempo.
La mano al cuello
Llevarse la mano a la parte posterior del cuello, como si nos doliera y lo masajeásemos, es un gesto evidente de que la persona está mintiendo. Lo primero que se hace es bajar la mirada y evitar mirar a los ojos.
Es un gesto como reacción a alguna pregunta que nos hace sentirnos incómodos, bien porque no tenemos la respuesta o bien porque no nos gusta. Tratamos de pensar alguna excusa que resulte creíble, peor nuestro lenguaje no verbal nos delata.
Sin embargo, rascarse el lóbulo de la oreja o detrás de ella repetidas veces, no demuestra otra cosa que duda, nuestro interlocutor no está muy seguro de estar de acuerdo con nosotros o de darnos su aprobación.
Manos a la cabeza
Llevarse las manos a la cabeza es un claro gesto de frustración, decepción o vergüenza. La colocación de las manos es muy variada, bien puede ser tapándose la cara o llevándolas a la parte posterior.
En ocasiones se gira la cara hacia el cielo, como buscando una explicación divina a la situación frustrante que acabamos de sufrir.
Es una expresión del lenguaje corporal de las manos muy ostentosa, por lo que la veremos en situaciones donde la comunicación no verbal predomina o la verbal es complicada, como en entornos con mucho ruido o tumulto. Para que te hagas una idea clara, mira a la afición o a los jugadores del equipo que acaba de perder una final.
Interpretando correctamente el lenguaje corporal con las manos
Estos gestos que acabamos de describir deben interpretarse en su contexto y combinados con otros. Por lo general podemos decir que llevarse la mano a la cara es señal de negatividad, duda, engaño, decepción…Solo con experiencia y conociendo a la otra persona podremos acertar con el significado exacto.
Los gestos que acompañan al acercamiento de las manos al rostro y los que se hacen previamente son siempre pistas muy indicativas.
Saber discernir cada uno de los rasgos de la comunicación gestual con las manos que hace nuestro interlocutor es una habilidad que nos dará una importante ventaja, bien sea en una negociación, como en una partida de cartas. En un primer contacto no tenemos mucha información, pero podemos contrastar la diferencia de la comunicación gestual a lo largo de la entrevista, una postura relajada que cambia de repente frente a una pregunta, debe hacernos sospechar.
Todos estos gestos de lenguaje corporal con las manos hacia la cara son fundamentales en el curso de una entrevista de trabajo, son los más evidentes. Contrólalos para ofrecer una comunicación no verbal que exprese sinceridad, interés y honestidad.
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Redactor experto en temas de inteligencia emocional y comunicación no verbal. Sus más de 2 décadas de experiencia como reclutador o candidato ayudan para interpretar la influencia de lo anterior en un entorno laboral.